Por lo general, todos los deportes acuáticos deben ser compatibles con la conservación del ecosistema marino, aunque el impacto de practicar estos deportes es muy variado si hablamos de kitesurf, surf, paddlesurf, buceo, natación en mar abierto o esquí acuático.

Si hablamos de impactos ambientales de deportes acuáticos, se tienen en cuenta aspectos de contaminación, la repercusión en el hábitat marino y en la vida de sus animales, así como la huella de carbono resultante de la fabricación del equipamiento necesario para su realización. Para minimizar el impacto medioambiental se pueden llevar a cabo las siguientes acciones:

• Alargar la vida útil del material deportivo

  Para realizar actividades como natación a mar abierto, buceo o surf se necesitan trajes de neopreno que han sido elaborados con petróleo o derivados del plástico. Lo mismo sucede con las tablas de paddlesurf, kitesurf o esquí acuático. Es importante realizar un buen mantenimiento del equipo deportivo. Alargar la vida útil del material que utilizas no significa correr riesgos por utilizar un equipamiento dañado.



• Recicla el material que ya no utilices

  Este aspecto tiene mucho que ver con el anterior. Cuando un material deportivo ya no te gusta o consideras que no está en buen estado para ofrecer el mayor rendimiento, opta por el reciclaje, la venta de segunda mano o la donación, antes que tirarlo sin más. Comprar equipamiento deportivo de segunda mano reduce la huella de carbono, porque se minimiza la contaminación resultante de su fabricación.



• Recoge la basura que genere tu actividad deportiva

  Las actividades deportivas suelen generar ciertos residuos, por ejemplo, correas de tablas, gafas de buceo, cuerdas o anillas. Estos materiales nunca se tienen que tirar al agua, porque se propicia el desgaste del fondo marino. Es importante que los instructores y practicantes de kitesurf estén concienciados para que actúen como garantes de la limpieza de los mares. En Tarifa, por ejemplo, hace unos años se realizó una campaña para recoger plásticos en la playa. Multitud de escuelas profesionales de deportes acuáticos se sumaron a la iniciativa y colaboraron en la limpieza de plásticos y residuos.



• Utiliza medios de transporte poco contaminantes

  Practicar deportes acuáticos de forma responsable es posible, no solo durante el ejercicio sino también a la hora de trasladarse al lugar. Puedes minimizar el impacto de tu huella ecológica acudiendo caminando en la medida de lo posible, en bicicleta, en transporte público o compartiendo coche.
  
  Debes tener en cuenta que los deportes acuáticos se practican en playas con un ecosistema terrestre y marino muy sensible, evitar la emisión de gases contaminantes va a provocar que la calidad del agua y del aire que respiras sea más saludable.



• Analiza los materiales del equipamiento deportivo

  Es complicado que la fabricación de tablas o neoprenos no sea contaminante dado que se usan derivados del petróleo o plásticos que tardan cientos de años en degradarse. No obstante, en los últimos años están surgiendo empresas que usan materiales de origen orgánicos y biodegrables en la fabricación de equipamiento - tablas de surf o trajes - para deportes acuáticos. Una tabla sostenible genera la mitad de libras de material de deshecho que una de poliester.  O si no, los fabrican con basura o botellas de plástico que ha sido recogida de las playas. Es posible obtener material deportivo respetuando el medioambiente.



• No practiques deportes acuáticos en zonas protegidas

  Huelga decir que los deportes acuáticos son compatibles con la conservación del medioambiente. Pero también es verdad que se dan situaciones en las que, ya sea por falta de regulación o concienciación, los deportes marítimos se convierten en su peor enemigo. Por ejemplo, ha sucedido anteriormente en la laguna costera de Los Lances o en Bolonia, espacios naturales protegidos de gran importancia por ser parada obligatoria en el tránsito migratorio de muchas especies de aves en peligro de extinción.

Autores: https://radikitetarifa.com/