La recogida selectiva requiere de nuestro esfuerzo
Los Puntos Limpios constituyen el siguiente paso al reciclaje domiciliario.
Para todo aquello que no se puede tirar a los contenedores de recogida
selectiva se han creado los Puntos Limpios, centros de recogida de
residuos peligrosos o de gran volumen para los que no existe un contenedor
específico en la vía pública.
Sabemos que los productos domésticos peligrosos como las pinturas,
o voluminosos como unas ventanas rotas, no pueden arrojarse a la basura
normal. Su destino más adecuado son unas instalaciones llamadas
Puntos Limpios (en Valencia se conocen como eco
parques o áreas de aportación , en
el País Vasco se denominan garbigune , y en Cataluña,
deixalleries). Los Puntos Limpios son lugares de recogida
gratuita, aunque los residuos hay que llevarlos personalmente.
Los Puntos Limpios suelen gestionarlos los ayuntamientos o a empresas
privada designadas por estos.

BUSCADOR de Puntos Limpios >>
Cómo se utilizan
Para que los Puntos Limpios funcionen correctamente es necesario que
los usuarios aporten los residuos previamente seleccionados y los
depositen en los contenedores adecuados. No todos los Puntos Limpios
admiten todos los tipos de residuos. Entrando por "Relación
de Puntos Limpios" se puede consultar los tipos de residuos que
cada Punto Limpio admite.
A la entrada del recinto, un operario informa a los usuarios sobre
la forma de realizar el depósito de cada uno de los residuos.
Así mismo, existe una señalización horizontal,
consistente en marcas viales de diferentes colores, cada uno de ellos
asociado a un tipo de residuo, que conducen a los contenedores de
gran capacidad, y otra vertical, constituida por paneles situados
junto a cada contenedor con los anagramas y colores que identifican
a los residuos a depositar en ellos.
Desde el área de usuarios, al que se accede directamente con
el vehículo, se realiza la descarga a los contenedores de gran
capacidad de: papel, cartón, metales, etc. En otra zona se
ubican contenedores específicos para el resto de los residuos:
vidrio, P.V.C., otros plásticos, aceite usado de cárter,
baterías de automóvil, pilas, medicamentos, sprays,
radiografías, tubos fluorescentes y otros residuos especiales
domésticos, previa identificación por el encargado del
Centro.
Los frigoríficos y aparatos de refrigeración se depositan
en la zona cubierta, donde posteriormente se realiza la extracción
de los CFCs. Durante la extracción se realiza una separación
de los ácidos, aceites y agua que contienen los gases refrigerantes.
Los gases ya filtrados, son almacenados, para ser trasladados a las
instalaciones de regeneración.
La mayor parte de los residuos recogidos y clasificados en los Puntos
Limpios son trasladados a las diferentes instalaciones de reciclado
que ya existen en el mercado. El resto son tratados o eliminados de
la forma más adecuada en tanto no existan instalaciones para
su reciclaje, utilizando en su caso las propias instalaciones de la
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio,
para tratamiento y eliminación de residuos industriales, urbanos
o inertes.
¿Qué residuos se llevan a los Puntos Limpios?
Todo residuo doméstico que tenga carácter peligroso
o cuyo volumen sea tan grande que impida depositarlo en un contenedor.
En esta lista se presentan los productos más comunes que pueden
llevarse a un punto limpio:
- aceites de cocina
- aceites de motor
- ropas, trapos, calzado, textiles de decoración
- pinturas, barnices, colas, decapantes, aguarrás sintético,
tintes, protectores de madera
- pilas y acumuladores
- baterías de vehículos
- lámparas fluorescentes o especiales (halógenos)
- productos químicos y envases que hayan contenido productos
peligrosos como pesticidas, productos de limpieza, desinfectantes
- aerosoles
- medicamentos
- muebles y enseres
- electrodomésticos, frigoríficos y equipos de
refrigeración, material electrónico (ordenadores, videocámaras,
cintas de vídeo o casete, CD, teléfonos)
- cartones, papel, maderas y objetos plásticos
- escombros y chatarras metálicas provenientes de pequeñas
reformas domésticas (material de fontanería, cableado
eléctrico, puertas, ventanas, somieres, etc.)
- otros (no siempre admitidos): restos de poda o jardinería,
cosméticos, productos de fotografía, radiografías,
termómetros, etc.
Puntos Limpios móviles
Estos puntos limpios son vehículos, normalmente camiones, itinerantes
diseñados para hacer recogida de residuos a particulares. Con este
tipo de punto limpio se intenta acercar aún más este servicio al ciudadano,
con lo que la excusa "me pilla lejos" ya no resulta válida.
Estos vehículos permanecen parados durante unas horas en un lugar
y fecha concretos y es el ciudadano el que debe acercarse a depositar
sus residuos.

La importancia de utilizar los Puntos Limpios
Aproximadamente se generan 35.000 toneladas al año de residuos
peligrosos. Los residuos peligrosos domésticos constituyen
el 1%, una cantidad muy pequeña si se compara con los residuos
industriales, pero, en términos cualitativos, no son nada despreciables.
Peligro para la salud. Muchas sustancias contenidas
en los residuos peligrosos domésticos son inflamables, corrosivas
o explosivas, y manejadas sin las debidas precauciones pueden actuar
; por ejemplo, un fluorescente en el momento en que se comprime
en el camión de la basura puede estallar. Y también
existe riesgo de toxicidad porque algunas sustancias tóxicas
como los metales pesados, los disolventes, los pesticidas o los compuestos
orgánicos volátiles son irritantes para la piel, las
mucosas y los ojos, producen dolores de cabeza o incluso tienen efectos
cancerígenos; imagínese un bote de disolvente que se
rompe o se abre en el momento en que la cinta transportadora de una
planta de clasificación pasa por delante del operario que separa
manualmente los envases.
Peligro para el medio ambiente. Algunos residuos son
particularmente nocivos para el agua (es el caso de los metales pesados,
pesticidas, aceites, etc.), otros lo son para el suelo (los que acaban
disolviéndose, pueden acumularse en el suelo e incorporarse
a la cadena alimentaria) y otros contaminan el aire, bien directamente
(los volátiles) bien indirectamente (a través de la
incineración, ya que la incineración de los residuos
sólidos urbanos corrientes no es suficiente para destruir los
residuos peligrosos, que necesita condiciones especiales de temperatura,
filtración de gases resultantes, etc.). Veamos algunos ejemplos
de consecuencias medioambientales por la gestión incorrecta
de este tipo de residuos:
las pilas, pinturas, baterías, aparatos eléctricos
o electrónicos, termómetros: contienen metales pesados
como el cromo, plomo y mercurio, que, bajo condiciones anaeróbicas
típicas de los vertederos, podrían convertirse biológicamente
en diversos compuestos, algunos de ellos extremadamente tóxicos
(metilmercurio, dimetilarsénico o dimetilselenio, por ejemplo),
y si se disolvieran en líquidos,podrían ingresar en
el ecosistema de la zona donde se alojan indebidamente.
los líquidos refrigerantes de algunos aparatos
domésticos como los frigoríficos antiguos contienen
gases (los CFC, que contribuyen a destruir la capa de ozono, y los
HCFC,que favorecen el efecto invernadero); si se abandonan en descampados
o en los vertederos, la estructura que los contiene podría
terminar degradándose hasta permitir el escape de los gases.
El esfuerzo que a los usuarios nos supone trasladar los productos
hasta el punto limpio se ve recompensado por los riesgos que conseguimos
evitar por los residuos peligrosos. Además:
Se evita el vertido incontrolado y el consiguiente impacto
ambiental de los residuos voluminosos que no pueden ser eliminados
a través de los servicios convencionales de recogida de basuras.
Se aprovechan los materiales contenidos en los residuos que
se pueden reciclar directamente, con lo que se consigue un ahorro
energético y de materias primas y se reduce el volumen de residuos
que hay que eliminar.
Se busca la mejor solución para cada tipo de residuos
con el objetivo de lograr la máxima valoración de los
materiales y el mínimo coste en la gestión global.
Proceso de reciclaje en un punto limpio:
Los usuarios deben llevar los residuos previamente seleccionados y
depositarlos en los contenedores correspondientes.
1º.- A la entrada del recinto, un operario informa a los
usuarios sobre la forma de depositar los residuos y toma nota de lo
que traen (qué y cuánto).
2º.- La señalización horizontal (colores)
y vertical (símbolos) conduce hacia los contenedores e identifica
los residuos que se pueden depositar.
3º.- Los contenedores deben ser estancos, protegidos
del exterior para que no haya entradas ni fugas de contenido, pero
con un sistema de depósito de fácil acceso.
4º.- Los frigoríficos y aparatos de refrigeración
se depositan en una zona cubierta donde se les extrae los CFC.
5º.- Un camión se lleva los residuos de las instalaciones
para darles el final apropiado: Reutilización, reciclado, valorización
energética o eliminación de forma segura.

Infografía: puntolimpio.info
Final de los productos no peligrosos
- Los escombros van a vertederos de inertes.
- Los restos de poda y jardinería, a plantas de
compostaje.
- Las chatarras y maderas, a plantas específicas
de reciclado.
- Los colchones, juguetes y otros asimilables a residuos
sólidos urbanos se llevan a vertederos o se incineran.
Final de los residuos peligrosos
Los responsables de los Puntos Limpios contactan con un gestor autorizado
que se encargue de llevarlos a una planta de tratamiento específico.
¿Qué se hace con los aceites de cocina?
Se mezclan con agua y sosa para fabricar jabones; se hacen velas,
pinturas, piensos, lubricantes industriales y biocombustible. Algunas
gasolineras venden biodiésel para su uso directo en este tipo
de motores.
¿Qué se hace con las pilas?
De las pilas botón se recupera el mercurio. Las pilas normales
se trituran y se obtienen dos fracciones: por un lado, la parte metálica,
y por otro, la salina, de la que se pueden recuperar sulfato de zinc
y sales de manganeso.
¿Qué se hace con los fluorescentes?
Se rompe el vacío para separar sus componentes. A continuación,
se desencapsula y se limpia el interior de polvos y mercurio. El vidrio
se tritura y se envía a la industria vidriera para reciclaje,
y de la fracción restante se recupera el mercurio.
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